Los asientos de la sillería, llamados estalos se organizan en dos niveles para las dos categorías de clérigos: las sillas altas están destinadas a los canónigos y las bajas a los titulares (aquellos que tienen un título eclesiástico).
Los asientos son plegables y desmontables y cuentan con un soporte denominado "misericordia", que servía como apoyo disimulado para el tiempo que se estaba de pie. Cada asiento está separado del siguiente por un apoyabrazos. De los asientos sobresale un respaldo alto baldaquino o dosel
La sillería está jerárquicamente ordenada y siempre se encuentran uno o dos puestos de mayor tamaño y con una decoración más elaborada, que estaban reservados al abad o al obispo.
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